La figura del consultor externo/consejero independiente está demostrado que aporta gran valor añadido a la gestión, independientemente del tamaño de la empresa o de la coyuntura económica. Algunas de sus ventajas son:
- Personal adicional especializado (Industria 4.0, evaluaciones 360 grados, exportación, gestión de riesgos, marketing online/offline, EFQM, etc.).
- Solución a problemas. Servicio a nivel directivo con un menor coste y nuevos puntos de vista que siempre favorecen la innovación.
- Soporte en la toma de decisiones. Opinión objetiva y neutral alimentada además por experiencias en otros sectores y/o situaciones similares.
- Beneficios muy superiores a los honorarios, pudiendo estos incluso ser subvencionables por la administración pública.
- Gratuidad del servicio en caso de no cumplirse los objetivos.
- Encuentra respuesta a cuestiones que el día a día muchas veces no deja tiempo para analizar y resolver.
- No dependencia, pudiendo finalizar la relación profesional en cualquier momento sin penalizaciones.
- Escudo frente a terceros a la hora de tomar y ejecutar medidas impopulares.
- Aporte de herramientas técnicas, informáticas y procesos de análisis de primer nivel internacional.
- Personal directivo extra cuando los recursos están empleados al 100% y con el objetivo de maximizar el beneficio global de la empresa, sin intereses departamentales.
- Gasto variable y no fijo, pudiendo recurrir a él cuando sea necesario.
- Sin gastos de Seguridad Social ni otros derivados de la relación empleador-empleado.
- Posibilidad de realizar proyectos "anónimos" personales: el directivo presenta al consejo de administración o comité de dirección como suyo un proyecto que ha sido realizado por un consultor, p.ej. por falta de tiempo en el día a día (obviamente manteniendo el anonimato y confidencialidad en todo momento).
- Facilitación de contactos, clientes y nuevas oportunidades de negocio tanto nacional como internacionalmente.